martes, 22 de noviembre de 2016

III. Congreso Takemusu Aikido Tradicional, Zaragoza, noviembre de 2016

Seminario de aikido impartido por
Lewis Bernaldo de Quirós


La primera cosa que llama la atención en Lewis Bernaldo de Quirós es su cercanía. Fuera del tatami, está abierto a hablar con cualquiera que se le acerque, sin ningún problema. No son pocos los que aprovechan esa oportunidad para preguntarle por cualquier aspecto de la práctica de aikido, de su larga estancia en Iwama, de Saito sensei… incluso de su régimen alimenticio. 
Él contesta a todo tranquilamente, con sinceridad.

Otra cosa que llama poderosamente la atención es la  cantidad de conocimientos que atesora. No en vano permaneció ocho años en Iwama, con aquellos inviernos en que sólo habia cuatro o cinco uchideshis, todos por encima de yondan. Por eso, siempre hay algo más que puede explicar sobre lo que estemos practicando. Siempre hay alguna cosa que corregir, algún detalle que afinar. Cuando digo "detalle", eso es precisamente lo que quiero decir: cambios muy pequeños en la ejecución de un movimiento que tienen grandes resultados. Tus caderas, tus pies, tus rodillas, tus hombros relajados, el peso de tu cuerpo, tu equilibrio, 
tu conexión…

Siempre tiene una solución sencilla e inteligente para cada problema. Sabe antes que nosotros mismos qué vamos a hacer mal y propone algo, un ejercicio, 
una progresión, que nos lleva de la mano a una solución. Es un gran pedagogo.

De los compañeros de Aikidojo Zaragoza habría mucho bueno que decir: 
grandes personas, grandes aikidokas, grandes anfitriones… Ha estado todo muy bien organizado, y los pocos problemas que hubo, ajenos a la organización, fueron solventados con eficacia y diligencia.

Mención especial merece la ONG Los Amigos de Odisha, dedicada a paliar las carencias existentes en el Estado de Odisha, en la India. Como en los dos congresos anteriores del maestro Lewis Bernaldo de Quirós, en esta ocasión también se hizo una pequeña aportación a la ONG. Además, pusieron una mesa con varios productos a la venta.

Quiero agradecer, además, a todos los demás aikidokas, los de Santander (Gemma y Juan Carlos, grandes), Alicante, Valencia… y, sobre todo, 
al incombustible Iñigo, mis ojos cuando llegué tarde. Gracias a él, no me perdí dos detalles fundamentales del trabajo de ken.

Foto de los asistentes al keiko de yudanshas del viernes por la noche.